La sonrisa del Lunes 6 de Agosto 2.012

En semanas como ésta, de talleres, charlas, largas conversaciones, me doy cuenta que en realidad mi trabajo es la comunicación, aunque cuando mi hija era pequeña ella quería de mayor ser como yo, porque no trabajaba, me pasaba el día hablando y eso para ella no era trabajo.


En el taller de esta semana Sole Jaña, consideraba que esta facilidad de palabra tenía que ver con ser español. "No sé Sole, tal vez no sea tan diferente", le dije yo. "Si, Juan, vosotros sois muy claros con la comunicación. Mira esta prueba"





Es verdad, nosotros tenemos esta cosa de hablar claro, incluso cuando escribimos. Cande, por ejemplo me mostraba como en las manifestaciones que en este momento inundan el patrio solar (esta construcción misma es una prueba) la comunicación directa, explícita, al hígado, está siendo la tónica de un estilo comunicacional del enojo.

Este caso, por ejemplo, ¿Se puede expresar mejor la frustración?  O éste

donde la sinceridad de la respuesta confunde al preguntador al llevar la atención a la causa y no al efecto. Pero esta facilidad que observamos en la prosa, también nos funciona en la poesía.

Cabe destacar como el género de la poesía financiera ha dado un gran salto en las preferencias españolas, con su variante de ofertas promocionales.

Claro que también hay excepciones y de la misma forma que en Chile, como me informa Fernando Contardo, el sector médico en España tiene un gran problema de comunicación escrita que dificulta que logren sus propósitos

En fin...reconozco que es un don tener esta habilidad innata, transmitida por generaciones y sin ningún médico en la familia.