La sonrisa del Lunes 29 de noviembre 2010

El tema de los toalleros maniquies (o viceversa) ha tenido impacto entre mis lectores y he recibido comentarios diversos interesándose por dónde encontrarlos, pero también haciéndose eco de tantos deseos reprimidos que llevamos a cuestas. Marcelo Krynski que como buen argentino tiene opinión sobre el subconsciente y su operatoria, asegura que es algo tan cultural, tan cultural, tan acendrado en lo humano que hasta representaciones de esa humanidad, como pueden ser las estatuas, llegan a tener deseos reprimidos.

Cuesta creerlo, Marcelo, le dije y él me contó la siguiente historia VERÍDICA  (puedes hacer clic en verídica)

Probablemente muchos de los lectores tenderán a no creer el relato, racionalistas empedernidos que dudan de todo lo que no sea número, craso error. Uno de mis amigos de la cara B de mi vida (esta es la CH) que es vigilante de museo los sábados y domingos tiene grabados testimonios como el que sigue



¿¡Ah! que no es una estatua? ¡Cuantas pruebas necesitamos! No caeré en el error de dar explicaciones, porque al ver moverse al fauno he vuelto a pensar en el gimnasio, en la importancia de la elasticidad y en la sugerencia de José María Castillero de que me deje de gaitas y me pase a la dieta XXX.. Me tiene intranquilo, porque ya le estoy tomando el gusto al ejercicio, pero el asegura que la XXX es más efectiva y desde luego mas placentera ¿Qué opinan? LEER AQUÍ

Otra alternativa es pasarme al sistema de pesos y medidas que preconiza Mara Vera y que está teniendo mucho éxito entre las mujeres españolas.

No sé, es una posibilidad, desde luego, aunque al no ser mujer no se si me funcionaría. ¡Cuánta duda, por dios! Mejor me voy a la cama.