La sonrisa del Lunes 12-09-2011

No se puede decir que el 11 de septiembre traiga buenos recuerdos, me refiero al mundo en general, porque claro los que nacieran en un día como este estarán muy agradecidos. No me referiré al de Chile, ni tampoco al trágico día de hace 10 años. Pero ¿Y las consecuencias? ¿Qué me dicen de las consecuencias? La mala imagen que les quedó a los musulmanes, el miedo que mucha gente les tiene a los pobres moros.

Por ejemplo Mimí me cuenta que el último grito en juguetes es la muñeca musulmana. ¡Una ricura! estiras de la cuerda y te habla en árabe dice la propaganda que trae la cajita

- ¿Y qué dice? - le preguntó al vendedor
- No se sabe, no ha habido nadie con un par de huevos como para tirar de la cuerdecita.

Pero lo peor es cuando ya hasta los humoristas los etiquetan como maleantes. Mi hermana Cande está indignada con que se les trate así. Además ¿Qué culpa tienen los gitanos para que también les metan en el mismo lote?



No cabe duda que la culpa es de los políticos, no abordan en serio el problema, porque no me digan que  este no es ya un problema cultural global ¿Y quién se hace cargo mientras tanto de la imagen perdida de toda una raza? Fernán Ibáñez, que siempre nos muestra metáforas de los temas no resueltos, me dice que es la incapacidad que tienen para conversar, para sustraerse de los prejuicios. Me dice que es como los estereotipos que existen entre los ingenieros y los políticos. Y lo describe ASI

Pero si los políticos los elegimos nosotros... ¿Cómo puede seguir ocurriendo esto? y mi abogado Guido Aguirre se sonríe irónico, como es él, iconoclasta, y con un sentido del humor algo negro (no dije árabe) y me recuerda a Tommy Douglas el activista canadiense.



Me pasa con él que cuando me hace chistes no consigo reirme, apenas me sonrío, me quedo con la idea que detrás puede haber sustancia, que lo mismo hay muertos y no es bueno recordar en este día a los muertos y sus cementerios, sobre todo en Chile, aunque Germán León me dice que no en todos los sitios es así, que en Colombia se lo toman de otro modo.

  Y yo  le entiendo, así, yo mismo me iría a dar una vuelta por el cementerio todas las tardes de la primavera, esperando la resurrección de las muertas.