domingo, 21 de agosto de 2011

La sonrisa del Lunes 22 Agosto 2.011


Que el mundo esta revuelto no ofrece duda, que podremos cantar cambalache siglo 21, problemático y febril..., tampoco; caen los paradigmas, nada es como pensábamos, la economía no funciona como creíamos, por eso es conveniente revisar conceptos. Rodrigo Calcagni ha estado revisando principios fundamentales que todos vosotros conocéis pero en los que se han introducido matices, como podeis VER.

¿Y cómo solucionar la situación? Esto si que Fernando Contardo lo tiene claro y además lo explica a la perfección. AQUI LO TIENES, claro..., hasta que Giovanni Castagna, pregunta ¿Y qué pasaría si hubiesen tenido que pedir un crédito a un bondadoso banco? y ahí toda la historia se jode, los intereses, los avales, las garantias, el aumento polar de la deuda. En fin...

Además como yo este Lunes estoy amaneciendo en Venezuela y aquí estas ideas no son bien vistas. ¿Y por qué habrían de serlo...haber dígame? ¿Qué pensaría Bolivar de este capitalismo nefasto? prefiero hablar de algo distinto a la Economía

Me tienta hablar de perversiones, profundizar en la perversión generalizada y multidimensional que vivimos, porque aunque algunos crean que hoy la perversión es cosa de curas, están muy equivocados, la perversión se encuentra en todas partes: la combinación del sol con la arquitectura, por ejemplo, produce en Granada efectos perversos. Marisa Barral que es una mujer liberal (valga el pareado)  no tiene problema en publicarlos. 


¿Son estos cipotillos una perversión de la sombra o de la luz? ¿Se levantan los viriles efectos visuales al paso de las "granainas"?

A mí lo que me gusta es que es una perversión a la luz del día, porque se acostumbra a pensar que los actos perversos se realizan en la sombra, con nocturnidad y alevosía, pero junto a esa deleznable práctica hay una perversión valiente, como la que desde Colombia nos presenta Germán León, el valiente Toto. VEAN SI NO

Y ahora que está el Papa en España, puede ser un momento para recordar otra versión  de la que ya hablé en esta sonrisa hace varios años y es el caso de cómo la perversión al contar  con autorizacion de la Iglesia se convierte en un servicio social humanitario. Me estoy refiriendo como Antonio Bertrand recordará al Cuerpo de Pajilleras del Hospicio de San Juan de Dios de Málaga. ¡Que, sí! ¡Que lo digo en serio! VEAN AQUI

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